Una hipótesis es una explicación a medias hasta que no se produzca su confirmación. Pocos artistas se atreven a hacer un planteamiento hipotético para confirmarlo con su obra, la mayoría nos quedamos en el nivel del planteamiento y para no errarle preferimos decir que se trata de una propuesta: algo que es posible aceptar o rechazar, sin que exista la obligación de demostrarlo explícitamente.
Melanie Smith, artista británica que reside en México desde hace un año, presentó la semana pasada un performance en el que dio a conocer Cinco Hipótesis sobre un Espacio, que involucran el conjunto de vínculos entre el concepto abstracto, el referente visual, la situación espacial y contextual de un signo y el efecto que produce sobre el espectador y su entorno. En otras palabras, hizo una disección de lo que significa producir ideas plásticas, desarrollarlas e incidir sobre el momento mismo en que son apreciadas.
Para hacer su planteamiento Smith recurre a materiales y elementos rigurosamente seleccionados, cuya característica más notable es su procedencia rudimentaria de la que Melanie saca gran provecho expresivo. En su trabajo escultórico ha demostrado interés por el juego dialéctico entre conceptos expresados a través del lenguaje y objetos que lleva hasta el extremo lógico de una idea.
El performance presentado en el Salón de los Aztecas inició con la lectura de las hipótesis. Inmediatamente el evento adoptó las características de una exposición académica. El público guardó silencio absoluto ante la casi total ausencia de teatralidad. La primera hipótesis –la relación entre la palabra escrita y su equivalente visual– quedó expuesta con la colocación de un extremo a otro de la galería de una tira de elástico. En el vano de la puerta que divide las dos salas escribió las palabras stretch (estirar) y through (entre). La segunda hipótesis, la relación entre la manera que una acción vincula a un par de palabras u objetos, llevó a Smith a colocar un plástico que dividió a la audiencia en dos bandos. A continuación la artista contó el número de personas de cada lado y los anotó sobre sendas paredes.
La relación entre una lengua y otra, entendimiento: no entendimiento, fue la tercera hipótesis. Para ella, Melanie subió a una escalera y en la parte superior del muro escribió alternadas las palabras: up-arriba-up. A continuación hizo lo mismo en la parte inferior con las palabras abajo-down-abajo.
Para la cuarta hipótesis –la relación y efecto que los objetos visuales ejercen en un espacio- Smith dibuja un cuadro en el piso y escribe la palabra flat (plano). Sobre el cuadro vacía 10 bolsas de cubos de hielo. Simultáneamente pasa a la quinta hipótesis –la relación entre el espectador, objeto y un espacio-, al extender la montaña de hielo hacia el público y demarcar una zona cuadrangular en el hielo. El performance finaliza con el recuento del número de asistentes y su expresión gráfica sobre una pared.
Creo importante hacer el resumen de las etapas del performance porque viéndolo en perspectiva resulta más interesante el conjunto que las partes. Por ejemplo, resulta notorio –al menos para los que estuvimos presentes– que el evento fue creciendo en intensidad; si en un principio nos mantuvimos indiferentes ante la presentación de la primera hipótesis, en la quinta el público –que ya había sido dividido, contado y paseado por la galería– se sentía hasta cierto punto acorralado por la presencia del hielo y poco reparaba en la continuidad de las hipótesis.
Por otro lado, cada enunciado y presentación estaba ligado orgánicamente, de manera que el primero interpretaba al segundo, éste al tercero y así sucesivamente. Vayamos por partes: el sentido de estirar (stretch) se aplica igualmente a la cinta elástica pero también como una metáfora de la capacidad de extender un significado, de abrir la mente hacia otras asociaciones, lo cual –como dije más arriba- es una de las características del trabajo de Smith.
De la segunda hipótesis, que es donde Smith ya comienza a utilizar al público como parte del evento, me resulta significativo el uso de una frontera como factor de unidad entre un grupo heterogéneo. La expresión numérica de la diferencia crea una significación temporal: ellos son más, nosotros menos. Importante resulta resaltar cómo con tan pocos elementos se ha podido crear un sinnúmero de asociaciones y un contexto diferente, para demostrar las hipótesis.
Hasta este momento la actitud de Melanie, vestida de negro y descalza, ha sido un tanto condescendiente y podría decir didáctica. Las palabras colocadas en la parte superior e inferior del muro no han logrado sino postegar la expectativa del público, incapaz de penetrar la lógica del tercer enunciado: entendimiento-no entendimiento.
La presentación de las dos últimas hipótesis constituye un cambio violento de ritmo. Los objetos sepultan el concepto plano (flat) escrito en el piso, lo entierran y simultáneamente desaparecen como las palabras escritas en el piso. Al extender el hielo en la sala, mi primera reacción fue preocuparme por la imposibilidad de movimiento. El hielo congela a los asistentes en su posición dentro del espacio. Pero también hay una amenaza: el agua ha llegado hasta los zapatos y Melanie es inmune porque está descalza. Aquí se cumplen condensadas las cinco hipótesis. Smith vuelve a hacer patente su deseo de confrontar al espectador con una semántica y un espacio sencillo que modifica sustancialmente nuestros conceptos o los concretiza de tal manera que su lógica parece extraña por obvia. Se establece así el juego dialéctico entre creador y observador, que a fin de cuentas es el propósito del performance y el arte.
Publicado en el Suplemento Sábado del periódico Unomásuno el 20 de enero de 1990
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